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Estos síntomas pueden ser desconcertantes y afectar significativamente la calidad de vida. Para abordar estos problemas, es crucial determinar las causas subyacentes que los desencadenan. Algunos factores que pueden contribuir a sentirse así incluyen desequilibrios hormonales, presión arterial baja y problemas en el oído interno, como el vértigo posicional benigno.
Es importante tener en cuenta que el mareo y el vértigo son términos que se utilizan a menudo indistintamente, pero tienen diferencias sutiles. El mareo se refiere a una sensación de desmayo o inestabilidad, mientras que el vértigo implica una percepción errónea de movimiento o rotación del entorno, incluso cuando se está en reposo. El vértigo a menudo viene acompañado de náuseas y problemas de equilibrio.
Los quiroprácticos están preparados en el uso de la maniobra de Epley para aliviar el vértigo postural benigno.
Disminución presión arterial (no llega suficiente sangre al cerebro), deshidratación o por levantarse demasiado rápido.
Tipo de vértigo que se debe a una infección viral en el oído interno que generalmente se presenta después de un resfriado o gripe. Infección viral en el oído interno.
Después de un trauma en la cabeza/cuello (latigazo cervical), este tipo de vértigo esta causado por unas pequeñas partículas (cristales) de calcio que se forman dentro del oído y que desestabilizan nuestro equilibrio.
Cada tipo de mareo puede tener síntomas específicos relacionados con su causa subyacente. Si experimentas estos síntomas de manera persistente o severa, es aconsejable consultar a un profesional de la salud o a un quiropráctico para un diagnóstico y cuidado adecuados.
En Puravida Quiropráctica contamos con los mejores profesionales.
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