En un momento u otro, todos hemos sentido ese dolor agudo en el culito o una sensación de ardor por las piernas que nos hace casi imposible caminar, sentarnos o estar de pie. Este desagradable dolor puede limitar gran parte de nuestra vida diaria y ser bastante molesto si no somos capaces de solucionar el problema.
Muchas personas describen este dolor como ciática. Sin embargo, hay dos tipos de ciática; una verdadera ciática y una pseudociática. ¿Cómo se puede diferenciar una de la otra?
¿Cómo diferenciar una ciática de una pseudociática?
En primer lugar, tenemos que ver la anatomía para entender mejor cómo se puede producir la ciática. Al final de nuestra columna vertebral tenemos los lumbares. Las 5 vértebras inferiores que quedan apoyadas en el sacro. Dentro del conjunto de la columna vertebral se encuentra nuestra médula espinal. La médula espinal es un grueso cordón de nervios que actúa como centro de conexión y comunicación entre el cerebro y el cuerpo (el sistema nervioso central- SNC).
Uno de los músculos más importantes para el movimiento de nuestra cadera es el piriforme. Es un pequeño músculo que va desde el sacro hasta el lado del fémur y es importante cuando nos sentamos, nos ponemos de pie o nos bajamos del coche (rotando y flexionando la cadera). Este pequeño músculo puede causar grandes problemas porque el nervio ciático generalmente viaja justo debajo de él PERO algunas personas pueden tener el nervio ciático viajando por encima o incluso a través del propio músculo.
En cualquier caso, si tenemos la pelvis (caderas y sacro) desalineada, puede tensar y comprimir nuestro nervio ciático, provocando así un dolor que se siente en la parte baja de la espalda, los glúteos o incluso se irradia hacia la pierna. Esto se conoce como pseudociática. Una verdadera ciática implica un disco en la columna lumbar que está degenerado o mal alineado y afecta al propio nervio.
Causas de la ciática
Los músculos de los glúteos
El sacro y su posición
El músculo piriforme
La postura de la cadera (caderas desiguales y torcidas)
Problemas de disco (herias, protuberancias, abultamientos)
Los quiroprácticos están formados para realizar pruebas específicas que ayuden a determinar la causa. Las pruebas ayudarán a determinar si el problema proviene de un tejido local inflamado, de problemas de disco o del propio piriforme. Un truco general es que si el dolor se irradia hasta el pie o más allá de la rodilla, es un problema de disco. Si el dolor se detiene en la rodilla, lo más frecuente es que se trate del síndrome del piriforme. Si el dolor se queda en un punto (localizado) puede ser cualquiera de los dos y habrá que hacer más pruebas para asegurarse de que no es un problema de disco.
La gran noticia es que si se trata de una pseudociática o del síndrome piramidal, los estiramientos pueden ser el componente clave para aliviar el dolor. Una de las mayores y mejores cosas que podemos hacer por nuestro cuerpo es el estiramiento diario. Es sorprendente la poca gente que se toma el tiempo de estirar a diario y que obtendría tantos beneficios y un mayor bienestar con sólo tomarse 15 minutos al día. Nuestro cuerpo no está hecho para estar sentado durante mucho tiempo. Pasar más tiempo sentado provoca malas posturas y compensaciones musculares que producen las subluxaciones. Los estiramientos pueden reducir la tensión muscular que puede desalinear los huesos.
3 remedios para la ciática
Aquí tienes 3 formas de estirar el piramidal (de la más fácil a la más difícil). Siempre debes asegurarte de que tu espalda no esté tensa o el cuerpo esté en tensión cuando hagas el estiramiento:
Túmbate boca arriba y dobla las rodillas (la mejor opción para los problemas/dolores de espalda)
Cruza una pierna sobre la otra apoyando el tobillo en la rodilla contraria (debes hacer la forma de un 4 con las piernas)
Repite en el otro lado
Mantén la posición hasta que la tensión desaparezca
Extiende los brazos y rodea con las manos la pierna que permanece en el suelo
Tira de la pierna hacia el pecho hasta que sientas tensión en el glúteo de la pierna cruzada
Siéntate en una silla
Cruza una pierna sobre la otra de nuevo con el tobillo sobre la rodilla contrari
Mantenga la postura hasta que la tensión desaparezca
Inclínate suavemente hacia delante hasta que sienta el tirón en el glúteo de la pierna cruzada
Repita la operación en el otro lado
Postura de paloma en el suelo
Una pierna estirada hacia atrás
Inclínate hacia delante sobre la pierna doblada
Repite en el otro lado
La otra pierna doblada a 90 grados
Mantenga la postura hasta que la tensión disminuya
En los tres ejemplos es muy importante no forzar nunca el cuerpo más de lo que quiere. Respira profundamente mientras te sueltas en el estiramiento y continúa respirando profundamente hasta que los músculos se relajen. Hazlo SIEMPRE a ambos lados.
Una de las principales razones por las que se produce el síndrome del piriforme es debido a posturas inadecuadas y a una pelvis y columna vertebral desalineadas. Los ajustes quiroprácticos regulares ayudan a asegurar que la columna vertebral, la pelvis y todo el cuerpo estén correctamente posicionados. Para preguntas o comentarios sobre el pequeño pero importante músculo de la pirámide, ¡no dude en preguntarnos!
¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo quiropráctico?
Brittany King empezó a trabajar con el equipo de Puravida Quiropráctica en 2015. Es licenciada en Barcelona College of Chiropractic y en 2020 obtuvo su certificado avanzado en la técnica SOT, actualmente está estudiando para conseguir ser craneópata.