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Dolor de articulaciones en invierno

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dolor articulaciones en inviernoEl invierno se caracteriza por el descenso de las temperaturas, el aumento de la lluvia y la nieve y, acompañando todo este proceso, el aumento del dolor articular. Muchas personas que han sufrido un trauma en sus  articulaciones o que tienen artritis o enfermedades reumatoides,  pueden  notar cuando se aproxima una tormenta o cuando la presión barométrica ha cambiado.

¿Cuál es la razón por la que el dolor articular y artrítico tienden a aumentar durante los meses de invierno?

Existen diversas teorías sobre por qué el dolor articular tiende a aumentar durante  los meses más fríos o cuando hay más humedad en el aire, aunque no hay evidencia concluyente de las investigaciones  realizadas hasta el momento.

 

Algunas de las teorías más comunes al respecto son:

  • A medida que las temperaturas bajan, los líquidos dentro de nuestro cuerpo, principalmente el agua, pero también la sangre, tienden a espesarse y no circulan tan fácilmente.
  • El tejido de la articulación, que contiene agua, colágeno y otras sustancias, puede hincharse debido al cambio de temperatura.
  • El cambio en la presión barométrica puede afectar a los gases dentro de las cápsulas articulares causando más inflamación.
  • Las temperaturas más frías significan naturalmente menos movimiento y que pasemos más tiempo en el interior. Esto puede llevar a un menor uso de las articulaciones y causar rigidez.

Hay varias medidas que puedes  tomar para ayudar a mejorar tu artritis o dolor articular:

  • Bebe mucha agua. Aunque muchas personas generalmente desean bebidas más calientes en los meses fríos, es crucial que continúes bebiendo mucha agua diariamente.
  • Vigila tu consumo de alimentos inflamatorios. Es cierto que en épocas más frías anhelamos alimentos calientes, espesos y generalmente más altos en carbohidratos ya que nuestro cuerpo tiende a quemar más calorías manteniéndonos calientes. Por lo tanto, haz un esfuerzo por comer alimentos que proporcionen los nutrientes adecuados pero que no causen una inflamación sistémica elevada.  Hay que intentar mantenerse alejado de:
  • Alimentos y azúcares refinados y procesados
  • Carbohidratos simples como el pan, la pasta o los dulces horneados hechos con harinas o azúcares blanqueados
  • Alto consumo de alcohol/tabaco
  • ¡Sigue moviéndote! Aunque es fácil quedarse arropado bajo una manta, asegúrate de mantener esas articulaciones en movimiento. Recuerda: si no lo usas, lo pierdes. Mantenerse activo ayuda a mantener las articulaciones lubricadas.
  • Ajústate con tu quiropráctico. El cuidado quiropráctico regular ayuda a mantener el cuerpo correctamente alineado. También ayuda a que la comunicación entre cerebro y el cuerpo  esté al 100% y permite que  el cuerpo se adapte mejor a los cambios del exterior.

 

Puedes dar a tu cuerpo la mejor oportunidad de manejar los cambios de temperatura cuidándote desde adentro hacia afuera. Consulta con tu quiropráctico todas las dudas  que tengas respecto a tu salud. Una completa revisión quiropráctica te ayudará a saber si hay interferencias que están impidiendo a tu organismo una regulación  y función correctas.

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¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo quiropráctico?

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