¿Sabías que existe un órgano en nuestro cuerpo que se encarga de combatir las infecciones y de mantener el equilibrio de todos los líquidos de nuestro organismo?
Hoy en día, y siempre, es necesario mantener un sistema inmunológico fuerte.
Situado en el costado izquierdo de nuestro cuerpo, justo por debajo de las costillas y arriba del estómago encontramos un órgano de color rojizo de apenas 10-12 centímetros de tamaño – el bazo. El bazo forma parte del sistema linfático, por tanto, una de sus misiones es la de evitar las infecciones mediante la producción de glóbulos blancos y actuando como primera línea de defensa contra los microorganismos que causan las enfermedades.
También juega un papel importante en la destrucción de las células sanguíneas viejas, en la creación de nuevas y de mantener una reserva sanguínea para situaciones de emergencia. En pocas palabras, un órgano que, si no funciona bien, estaríamos más propensos a contraer infecciones.
Desde el enfoque de la quiropráctica, un mal-posicionamiento de una de las vértebras podría causar una interferencia en el sistema nervioso. Recordemos que el sistema nervioso es el que controla y regula todas las actividades del organismo. Por tanto, una interferencia a nivel de T7, podría afectar el control que tiene el sistema nervioso sobre el bazo. El bazo sin duda seguirá cumpliendo su función vital, pero no en armonía. Esta desestabilización se traduce, a su vez, en un bajo rendimiento corporal. En consecuencia, todos y cada uno de los aspectos de la vida de la persona se verán afectados. Y así seguirá, causa del desequilibrio químico-hormonal provocado por esta interferencia, hasta que no sea liberado el sistema nervioso de esta interferencia.
A través de la quiropráctica removemos la interferencia generada por el mal posicionamiento vertebral que está afectado el flujo de la señal nerviosa del cerebro al bazo. Aún más, a través de una técnica muy específica, conocida como CMRT, trabajamos el reflejo neurológico que el órgano pudo haber emprendido durante la interferencia. Logrando así liberar el sistema nervioso para que este pueda, una vez más, funcionar en armonía y devolverle a tu cuerpo el máximo rendimiento posible.
Como complemento a tu ajuste quiropráctico, existen pequeños cambios que puedes realizar en tu dieta diaria que permitirán potenciar el ajuste quiropráctico para que el bazo se reactive y comience a funcionar nuevamente en balance:
Tomar un complejo vitamínico rico en minerales – en especial Vitamina C, bioflavonoides, Zinc y Calcio.
Tomar Aminoácidos esenciales.
Recuerda que lograr tu bienestar es un trabajo en equipo. El trabajo del quiropráctico es ayudar a cargar tu batería. Tu trabajo es mantenerla cargada.
¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo quiropráctico?
Soy Dr. Pablo Martínez, quiropráctico licenciado en EEUU. Con más de 16 años de experiencia, su enfoque quiropráctico se basa en el cuidado personalizado de cada individuo. Su trayectoria internacional lo ha llevado a trabajar en diferentes países del mundo y actualmente se encuentra trabajando en la ciudad de Barcelona y La Garriga.