Un sorprendente estudio realizado por la Asociación Británica de Quiropráctica indica que dos de cada tres de nosotros hemos sufrido dolor de cuello o de espalda antes de los 35 años y en mayores de 35 años las cifras llegan a 8 de 10. El estudio muestra que muchas veces la causa del dolor de espalda no es un trauma o accidente sino la acumulación de malos hábitos o posturas.
Si quieres disminuirlo o prevenirlo, te indicamos a continuación las 8 causas más comunes:
1
Estar sentado encorvado sobre la mesa
Una postura inadecuada y la inactividad debilita articulaciones y columna.
Consejos para disminuir los efectos:
- Al menos una vez cada hora, levantarse y caminar.
- Sentado, intentar tener la espalda “recta”, la cabeza debe quedar sobre los hombros y no delante. La espalda debe estar alineada, los hombros relajados, con los pies apoyados en el suelo y la pantalla a la altura de los ojos.
2 Tacones altos o demasiado bajos
Calzar muchas horas tacones o zapatos que permiten que el pie se deslace (bailarinas o sandalias).
- Es importante que el pie pise con estabilidad y alternar diferentes alturas de tacones y no utilizar siempre el mismo tipo de tacón.
3 Estornudos demasiado educados
El movimiento de cubrirnos la cara y girarnos a la vez que estornudamos puede causar daños en los músculos de la espalda en segundos.
- Es muy recomendable mantener recta la espalda al estornudar (y tapar discretamente con la mano el campo de acción de la nariz si tenemos alguien delante 😉
4 Usar el sujetador inapropiado
El 80 por ciento de las mujeres no lleva un sujetador apropiado y esto puede causar problemas musculares por una mala postura.
- Son recomendables con tirantes anchos o tipo deportivo con una buena sujeción en la espalda.
5 Tu barriga:
Incluso un par extra de kilos alrededor de la cintura hace que la pelvis hacia adelante y lo desequilibra tu postura.
- Para evitar los problemas por un exceso de grasa se recomienda practicar deportes cardiovasculares como correr o nadar 45 minutos 3 días a la semana.
6 Estrés:
Cuando sentimos presión los músculos de la espalda se tensan. Los músculos están diseñados para contraerse y relajarse, el problema es que cuando se contraen por mucho tiempo pueden empezar a tener espasmos y doler. El estrés aumenta la hormona cortisol, así que aumenta la inflamación y empeora las molestias.
- Las últimas investigaciones demuestran que el ejercicio suave, como caminar o hacer yoga, es mucho más eficaz en el alivio de dolor de espalda. También tiene el beneficio añadido de ser probado para reducir los niveles de estrés.
7 Smartphones:
Cuando llevamos un rato mirando nuestro teléfono, es fácil bajar la cabeza y encorvarse. Esta es una postura que carga muchísimo la espalda, desde las cervicales hasta las lumbares.
- Asegúrese de tomar descansos frecuentes cuando lo uses.
- Trata de mirar hacia adelante en lugar de hacia abajo en la pantalla.
- Si usas un ordenador portátil o una tablet durante horas, sube la pantalla para quede a la altura de los ojos y no tengas que agachar la cabeza. Para trabajar con el portátil puedes conectarle un teclado externo de manera que los brazos formen un ángulo de 90 grados con el cuerpo.
8 Dormir muchas horas seguidas:
Durante el fin de semana aprovechamos para descansar pero cuando el cuerpo está en la misma posición demasiado tiempo se pueden desencadenar o agravar molestias.
- Disminuye las horas de sueño nocturno, haz estiramientos al levantarte y duerme una siesta
NO OLVIDES que si los dolores de espalda son frecuentes o tan fuertes que requieren calmantes, deberías ponerte en manos de un especialista quiropráctico que realizará exámenes para averiguar que está sucediendo, y podrá ayudarte antes de que las molestias sean un problema más grave.
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Soy Dr. Kephra Froehlich, quiropráctico licenciado en EEUU. Ayudo a las personas a mejorar su calidad de vida sin el uso medicamentos o métodos invasivos, mediante el cuidado del sistema nervioso. Sabemos que el sistema nervioso controla la función de cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo. Nuestra filosofía es ayudar al cerebro a comunicarse al 100% con el cuerpo para que el cuerpo pueda sanarse y funcionar correctamente. Los quiroprácticos buscamos el origen de los problemas de salud y no nos conformamos simplemente con eliminar los síntomas.