• Fundamental cocinar y consumir alimentos  calientes y fáciles de digerir,como sopas y cremas de verduras, que remineralizan y en la cena favorecen el descanso; también aumentar el consumo de bebidas calientes. La mejor opción: cenar pronto y ligero. Las cenas permiten al organismo revitalizarse y hacer una función de reparación, el ayuno nocturno le ayuda (ser recomiendan unas 10 horas sin ingesta).
  • Al levantarse, es ideal tomar agua templada con zumo de limón, y empezar con fruta el desayuno (preferiblemente no mezclar frutas ácidas con dulces, ni mezclar más de dos variedades). El desayuno equilibrado puede contener cereales integrales, fruta seca, un bocadillo que incluya proteína, y para endulzar la bebida, el sirope de ágave aporta un sabor dulce y suave.
  • El ghee o la mantequilla clarificada, es muy nutritiva y altamente digestiva, además no contiene lactosa. Contiene antioxidantes, ácidos grasos no saturados, es depurativo y desintoxicante del hígado. Por otra parte contiene de ácido butírico, con propiedades antiinflamatorias, que mantiene en correcta salud la flora intestinal y el colon. Se puede preparar en casa fácilmente.
  • El otoño es buen un periodo para hacer una limpieza de colon e ingerir probióticos para repoblar nuestra flora intestinal. Nos ayudan  alimentos fermentados como el chucrut, el miso, el tempeh o el kéfir de cabra. Los fermentados tienen contenido vitamínico, enzimas, y movilizan la mucosidad y la grasa que hemos podido acumular en vacaciones.
  • Comer con frecuencia cereales integrales como base de un plato con verduras y legumbres por ejemplo, para tener una buena base energética.
  • Orientar la forma de cocinar hacia cocciones más lentas y caldeadas, como los estofados, te ayudarán a centrarte más en tu día a día.
  • Tomar un dulce más natural y beneficioso: compotas,  mermeladas naturales de frutas de la estación, boniatos, calabazas y frutas deshidratadas, castañas (aportan fibra e hidratos de absorción lenta) y  amazake (crema de cereal fermentado de origen japonés con propiedades probióticas) La fruta siempre es mejor tomarla entre horas, pero las mejores para después de comer son la papaya y la manzana.
  • Esencial  tener un descanso suficiente. Dormir horas suficientes es una de las claves de la salud pero se en especial en los cambios de temporada. Si priorizamos la hora de dormir ayudaremos al cuerpo a adaptarse mejor al cambio y a estar más fuertes. Ir bajando el ritmo antes de ir a dormir, y dedicar unos minutos a la meditación, buenos pensamientos, o la visualización, nos puede ayudar mucho a preparar un descanso reponedor. “La mejor medicina: un pensamiento luminoso”
  • Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a cuidarte. La quiropráctica nos lo muestra día a día. No importa cuánto tiempo haces que tienes una dolencia, o si tu edad es avanzada. Podemos mejorar tu salud y prevenir futuras descompensaciones para lograr un mejor estado vital y reducir el uso de medicamentos.

 

 

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