Durante la estación otoñal es ideal adoptar hábitos preventivos que ayuden a fortalecer el sistema inmunológico para contrarrestar una posible bajada de defensas. Ya sabemos que el otoño es una estación caracterizada por los cambios: el día se vuelve más corto, descienden las temperaturas, aumentan las lluvias… Y nuestro organismo percibe todos estos cambios a los que debe adaptarse tras el relax vacacional. Algunos de los síntomas más frecuentes que podemos notar son: falta de energía,cansancio, tristeza o decaimiento. No son síntomas agradables, pero por suerte son síntomas temporales que podemos contrarrestar dedicando un poco de atención a nosotros mismos para normalizar nuestros biorritmos cuanto antes.
Área digestiva:
En esta etapa nuestra digestión está especialmente sensible por lo que será beneficioso realizar comidas ligeras pero que nos fortalezcan.
Evitaremos lo más posible lácteos durante estas semanas (hoy día hay numerosas opciones vegetales), porque dificultan la digestión y además generan mucosidad que no nos beneficia. Los lácteos dificultan la digestión y además generan mucosidad que no nos beneficia.
El aumento de humedad y calor internos generado en la época estival en la que se consumen más alimentos fríos, puede favorecer la aparición de diversas afecciones, comohongos e infecciones de orina.
El número de ingestas diarias hay que adaptarlo a cada persona en función de sus propias circunstancias y ritmo de vida. Un deportista, un trabajador a turnos, un estudiante, o unos padres con niños pequeños, tendrán lógicamente, horarios y necesidades diferentes que cubrir.
Es muy importante llevar unos horarios fijos y comer siempre a la misma hora, no saltarse ninguna comida y comer con tranquilidad, disfrutando del momento, sin prisas.
Los especialistas en salud natural recomiendan:
ESPECIAS: mantienen el calor interno y el sistema digestivo fortalecido. Podemos usar en nuestros platos comino, nuez moscada, canela, albahaca, cardamomo, curry, clavo, jengibre, o pimienta.
ALIMENTOS ESTRELLA: higos, manzanas, uvas, granadas, pomelos, kiwis y limones, alcachofas, boniatos, frutos secos, castañas, brócoli y col. Muy aconsejable el pescado azul fuente de ácidos grasos omega 3 (anchoa, arenque ahumado, atún o bonito, caballa, jurel, salmón, sardina…)
MEJOR EVITAR: alimentos ricos en azúcares refinados, principalmente durante la cena y controlar los excitantes del sistema nervioso como el café, el alcohol,…
ALIMENTOS DE TEMPORADA: Es lo ideal. Y también consumir preferentemente hortalizas amarillo-naranja: calabaza, maíz, garbanzos, preferiblemente al vapor o salteadas, para reforzar el sistema digestivo y las defensas.
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Soy Dr. Kephra Froehlich, quiropráctico licenciado en EEUU. Ayudo a las personas a mejorar su calidad de vida sin el uso medicamentos o métodos invasivos, mediante el cuidado del sistema nervioso. Sabemos que el sistema nervioso controla la función de cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo. Nuestra filosofía es ayudar al cerebro a comunicarse al 100% con el cuerpo para que el cuerpo pueda sanarse y funcionar correctamente. Los quiroprácticos buscamos el origen de los problemas de salud y no nos conformamos simplemente con eliminar los síntomas.